La jura de la Constitución por Leonor de Borbón, un acto anacrónico en una España moderna

Como republicanos de izquierdas, no podemos sino esbozar una sonrisa irónica al leer la noticia de la jura de la Constitución por Leonor de Borbón.
En un país que ha avanzado tanto en materia de igualdad y democracia, a pesar de la prolongada temporada de retroceso que llevamos, es curioso que todavía tengamos que seguir soportando a una monarquía.
 
Es cierto que la España de 2023 es muy diferente a la de 1986, cuando Felipe VI juró la Constitución. La mujer ha ganado un papel fundamental en la sociedad, e incluso las Cortes Generales están ahora presididas por una mujer, Francina Armengol. Sin embargo, estas diferencias no son suficientes para justificar la existencia de una monarquía, a más a más después de todo lo que hemos visto en los últimos años... los últimos 209 años.
 
La monarquía es un sistema anacrónico que no tiene cabida en una democracia moderna. Es una institución basada en la desigualdad, ya que otorga privilegios a una familia por el mero hecho de su nacimiento. Además, la monarquía es una institución hereditaria, lo que significa que no se elige a su representante por el pueblo, sino que se impone por el azar.
¡Y si fuera sólo azar! , porque no debemos de olvidar que, desde la Constitución de 1812, la cual era TAN AVANZADA que reconocía el derecho de sucesión sin distinción de sexo, abriendo la puerta a las mujeres al acceso al trono, Fernando VII empezó a meter mano, aboliéndola en 1814 , hasta que le abrió la puerta a su 'niña' con la pragmática sanción de 1830.
 
En estos días, hemos visto una acción similar; En 1967, se aprobó la Ley Orgánica del Título Preliminar del Código Civil, que estableció la primogenitura masculina como criterio de sucesión al trono. Indudablemente se le estaba ajustando el traje al 'campechano'. ¿Pues sabéis qué? que 'Su Majestad 'El preparao' ha emulado a su ascendiente, y le ha abierto la puerta a ' su niña '; Este pasado 12 de septiembre se aprobó una modificación del artículo 57.2 con los votos a favor del PSOE, el PP, Unidas Podemos, Ciudadanos y Vox. La reforma entró en vigor el 25 de septiembre de 2023.
 
Con esta reforma, la infanta Leonor se convierte en la heredera al trono de España.
 
En todo ésto se forma un guirigay , ya que si la norma se aplicara con efecto retroactivo, no habría de haber recibido la Infanta Elena la corona? , y siendo así, no tendría que ser heredero nuestro amado Froilán de Todos los Antros ?  La disputa dinástica está servida ...
 
En cualquier caso, no debemos olvidar nunca que la monarquía es además una institución impuesta por la dictadura franquista. La transición a la democracia se llevó a cabo de forma forzada, y la monarquía se mantuvo como un elemento de continuidad con el régimen anterior.
 
Por supuesto, hay quienes defienden la monarquía argumentando que es un elemento de estabilidad y unidad para el país. Sin embargo, creemos que esta afirmación es falsa. La monarquía es un elemento de división, ya que genera un rechazo en una parte importante de la población, y no sólo la gente de izquierdas, como estamos viendo últimamente.
 
La jura de la Constitución por Leonor de Borbón es un acto simbólico que no cambia nada en la realidad. La monarquía sigue siendo una institución anacrónica que no tiene cabida en una democracia moderna, y que abre la puerta a la toma de decisiones personales y arbitrarias que en este país únicamente han traido enfrentamientos y guerras fratricidas.
 
 
Por supuesto, esto no quiere decir que yo no vayamos a seguir disfrutando de la ironía de la situación. Es gracioso pensar que, en un país donde las mujeres comienzan a ocupar puestos de poder y la igualdad es un valor fundamental, al menos sobre el papel, todavía tengamos que seguir teniendo un rey, y que además copie las malas costumbres de sus ancestros, imponiendo libremente su voluntad. La monarquía es un residuo del pasado que no tiene cabida en el mundo moderno. Es un anacronismo que nos recuerda que, a pesar de todos los avances que hemos logrado, todavía queda mucho camino por recorrer, y que si no espabilamos, podemos volver a tiempos feudales.